La confianza ciudadana: el verdadero pilar del poder judicial

El mayor reto del sistema judicial no es solo aplicar la ley, sino recuperar la confianza de la sociedad. La legitimidad nace del compromiso, la ética y la transparencia.

Durante años, la distancia entre las instituciones y la ciudadanía ha generado un ambiente de desconfianza e indiferencia. Muchos mexicanos han dejado de creer que la justicia les pertenece. Y esa percepción no solo duele: debilita a todo el sistema.

Recuperar la confianza ciudadana no es tarea de un solo actor, pero sí comienza con el compromiso de cada persona que forma parte del Poder Judicial. Ser magistrada, jueza, defensora o secretaria no es únicamente una función técnica; es una responsabilidad ética y pública que debe ejercerse con transparencia, sensibilidad y vocación.

No basta con aplicar la ley. Hay que explicarla, acercarla y humanizarla. Hay que demostrar, con cada decisión, que el sistema está al servicio de las personas, y no al revés.

Como mujer de leyes, sé que el camino no es fácil. Pero también sé que es posible reconstruir ese puente entre la justicia y la ciudadanía si actuamos con coherencia, respeto y convicción.

No hay justicia verdadera sin confianza ciudadana. Y esa se gana todos los días, con cada acto, con cada resolución.